lunes, 26 de noviembre de 2012

¿Sabías que....Soló la Sangre de Cristo puede limpiar tu pecado?

EZEQUIEL 24:13(T.L.A.)

El ejemplo de la olla hirviendo.

”Tú Jerusalén, eres como una olla oxidada. Tienes tan pegado tu pecado, que aunque quise limpiarte no quedaste limpia. Solo quedaras limpia después de que te haya castigado”.

En mi vida he pecado mucho, pero mucho hasta el punto de no creer que Dios pueda limpiarme y claro el ha superado como siempre mis expectativas y me ha podido limpiar de aquel pecado que cometí , pero al leer este versículo me doy cuenta de que él ha tenido mucha pero mucha misericordia de mí por no haberme castigado debidamente por el pecado cometido en mi vida, esto me demuestra su gran amor, ese amor que tiene conmigo, ese amor del que se canta en músicas cristianas, ese amor tan grande que fue capaz de sacrificar a su hijo por nosotros y que aun así no nos castiga por no obedecerlo debidamente.  
Pero bueno volviendo al versículo pude ver la comparación que Dios con su gran sabiduría le dice a Ezequiel para advertir a Jerusalén su pueblo que esta tan contaminado de pecado que es capaz de parecerse a una olla oxidada, una olla que está en sus últimos se puede decir alientos de vida, una olla de las cuales es bien pero bien difícil quitarle la suciedad de forma sencilla si no que en el peor de los casos para quitar la suciedad de esa olla se le tiene que quitar un pedazo mismo de ella.

Nosotros como pueblo de Dios no debemos dejar pasar esta palabra porque Dios es tanto de amor como Padre justo y solo quiere lo mejor, este versículo me indica que ya es hora de que acaben los juegos, YA BASTA DE COQUETEAR CON EL PECADO porque si lo seguimos haciendo le obligaremos a que Dios nos castigue para poder limpiarnos y seguir siendo su pueblo santo (Ezequiel 24:14).

“De eso me encargaré yo mismo. No voy a cambiar de parecer. Voy a castigarte sin piedad ni compasión, por todo lo que has hecho. Te juro que lo haré; ya he dado mi palabra, y la cumpliré.”

Como ya lo sabemos y hasta lo pudimos comprobar Dios cumple todas pero todas sus promesas, ninguna se queda sin cumplir así que tomemos bien en cuenta esta palabra que nos anima a cambiar, a no seguir como antes y a tener en cuenta de que tenemos que consagrarnos ante Él buscando cada día mas su santidad.


Yo ahorita le pediré perdón por qué sé que he pecado y mucho, pero también sé que él es fiel justo y misericordioso para perdonar, no quiero que llegue el día en que no haya más remedio para quitar mi pecado que sufriendo por necedad y terquedad…….mmm suena fuerte eso¡¡¡ 



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